Méndez, Virginia; Chiesa, Ana; Prieto, Laura; Bergada, Rosario; Chumen, Liliana; Gruñeiro-Papendieck, Laura.
El déficit de yodo (IDD) es un problema de la Salud Pública que afecta a millones de personas en todo el mundo y es causante de alteraciones en la neuromaduración que pueden ser evitados si se realiza una yodoprofilaxis adecuada. Objetivo: Realizar un monitoreo de IDD en la localidad de Wanda, provincia de Misiones, por su ubicación geográfica y hábitos alimentarios con posible consumo regional de sal no iodada. Se estudiaron en 502 escolares de 5 a 14 años de vida , se evaluaron: peso, talla , BMI y palpación tiroidea. En 114 de ellos se determinó la yoduria en muestras casuales de orina. Se analizaron los niveles de TSH de la pesquisa neonatal de los 18 meses previos al estudio, realizados por métodos sensibles (IFMA-DELFIA). Se aplicaron los criterios de suficiencia establecidos por la OMS/ ICCDD. Resultados: La prevalencia de bocio en la región fue de 6.2 %. Los niveles de yoduria tuvieron una mediana de 239 ug/l. El valor de TSH neonatal mediano fue 1.25 uU/ml. Sólo el 1.4 % de las muestras estaban por encima de 5 uU/ml . Cuando se aplicaron los criterios de la OMS pudo observarse que la prevalencia de bocio superaba levemente lo esperado para una zona suficiente, pero no así los niveles de ioduria ni la distribución de TSH neonatal. Conclusión: El aporte iodado de la región evaluada es suficiente como lo demuestran la ioduria y los niveles de TSH neonatal. La presencia de bociógenos como la mandioca en la dieta puede explicar el leve aumento en la prevalencia de bocio. La utilización de la pesquisa neonatal de hipotiroidismo congénito en la supervisión de la deficiencia de yodo añade un beneficio al objetivo primario que es la prevención del retraso mental.
Objective: To estimate the adequacy of iodide intake in Wanda Misiones through the conventional parameters of ioduria and goiter prevalence in scholars as well as with the distribution of TSH neonatal levels as performed for the hypothyroidism screening program in newborns. Population and methods: Height , and BMI and weight were assessed in 502 scholars aged 5 to 14 and expressed as SDS. In 419 of them (215 female) thyro i d volume was evaluated and classified according to WHO (9). In 114 children iodide urinary concentration was measured in casual urine samples by Sandell y Kolthof method modified by Pino (17). Neonatal screening program for congenital hypothyroidism is carried out in the region measuring TSH in filter paper samples with IFMA DELFIA. Since 2000 7.102 newborn have been screened. TSH level’s distribution of the 18 months prior to this study (n 267) were evaluated. Criteria suggested by WHO to indicate iodide deficiency were applied. Results: Height, weight and BMI were normal for the chronological age according to Argentinean population parameters. Goitre prevalence was 6.2 % (7.3 % in girls and 5.3 % in boys), higher that expected for a iodide sufficient area. Iodide urine median levels were 239 ug/l with a distribution that excluded iodide deficiency. Neonatal screening program detected 5 congenital hypothyroid children out of the 7102 newborn studied. All of them were early and adequately treated. Only 1.4 % of the 267 samples were > 5 μU/ml, excluding iodide deficiency. Conclusion: Iodide intake in Wanda, Misiones, is adequate as shown by the findings of iodide urine concentration and TSH neonatal levels. A higher prevalence of goitre than expected for this situation, could be explained by dietary intake of goitrogen food as mandioca. Congenital hypothyroidism screening program in this region was extremely effective. The possibility of using its results for iodide intake supervision is an additional benefit to the one of early prevention of mental retardation.