HERNÁNDEZ E1*, ALFONSO N1, VARELA D1, ACOSTA T2, LORA F1, ROSERO R3
La obesidad es una enfermedad crónica y un creciente problema de salud pública. En su abordaje multidisciplinario se han detectado barreras que impiden que los pacientes reciban tratamientos adecuados. Los estudios ACTION han abordado esta temática a nivel mundial.
Se realizará un estudio con el objetivo de conocer la percepción y las actitudes de los médicos colombianos acerca del abordaje y tratamiento de pacientes con sobrepeso/obesidad. Métodos: Se realizó un estudio de tipo corte transversal mediante una encuesta virtual dirigida a médicos. Se recolectaron 392 encuestas. 96.2% de la población percibe que el peso afecta mucho la salud, representando un agravante de alto impacto en presencia de comorbilidades. Las principales barreras para el inicio de la pérdida de peso identificadas fueron la falta de ejercicio y preferencia por alimentos poco saludables (81.1% y 76%, respectivamente). Solo 23% de los médicos encuestados ¨siempre¨ consigna el diagnóstico de «sobrepeso» u «obesidad» en la historia clínica. El 51.8% manifestaron que desconocen las guías colombianas de manejo y abordaje de esta patología, así como 79.1% considera que no recibió capacitación durante su formación médica acerca del abordaje del sobrepeso/obesidad. Los médicos colombianos consideran la obesidad como una patología, sin embargo, hay déficit en el entendimiento adecuado de esta por lo que se deben realizar cambios en la educación de los profesionales de la salud para brindar una atención integral. Se requieren intervenciones para lograr acceso de la población colombiana a programas de obesidad y educación en estilos de vida saludables.
Obesity is a chronic disease and a growing public health problem. In its multidisciplinary approach, barriers have been detected that avoid patients from receiving adequate treatments. ACTION studies, have addressed the issue of knowing the perception, attitudes, behaviors and barriers during the medical care of these patients.
Objective: We made a study to know Colombian physician’s perceptions and attitudes about approach and treatment of patients with overweight / obesity. A cross-sectional study was carried out through a virtual survey directed to physicians and specialists. A 392 surveys were collected. 96.2% perceive that weight greatly affects health throughout life, representing a high impact aggravating factor in the presence of comorbidities. The main barriers to the initiation of weight loss were the lack of exercise and the preference for unhealthy foods (81.1% and 76%, respectively). Health professionals considered most effective in helping patients achieve their weight loss goals were obesity specialists (73.9%) and dietitians / nutritionists (72.2%). Only 23% of the surveyed physicians «always» record the diagnosis of «overweight» or «obesity» in their medical records. The 51.8% stated that they are unaware of the Colombian guidelines for the management and approach of this pathology, as well as 79.1% consider that they did not receive training during their medical training on the approach to overweight / obesity. Colombian physicians consider obesity as a pathology, but even so, there is a deficit in the proper understanding of it, so changes must be made in the education of health professionals to provide comprehensive care. Interventions are required to achieve access of the Colombian population to obesity programs and education in healthy lifestyles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la obesidad como una enfermedad crónica caracterizada por el aumento de grasa corporal que conlleva a un mayor riesgo para la salud(1). Esta se puede determinar por métodos como el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual sigue siendo la medida mayormente aceptada, por su fácil cálculo en la práctica clínica(2). Sin embargo, se deben conocer las limitaciones clínicas de este parámetro y usarlas en un contexto clínico adecuado, de igual forma se debe complementar con equipos para medición de la composición corporal para un adecuado abordaje.
Esta patología incrementa sustancialmente el riesgo de padecer otras enfermedades como diabetes mellitus tipo 2, afecciones cardiovasculares, osteoartritis, enfermedad de Alzheimer, depresión y a su vez, se puede asociar a algunos tipos de cáncer (carcinoma de mama, ovario, próstata, hígado, riñón y colon). Además, está relacionada con la reducción de la calidad de vida, desempleo, menor productividad y desventajas sociales(3).
En 2016, se estimaba que más de 1.900 millones de adultos a nivel mundial tenían exceso de peso, y 650 millones padecían de obesidad(4). Según los datos recolectados en la tercera Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN) del 2015, 56.4% de nuestra población presenta exceso de peso, siendo así que una de cada tres personas sufre de sobrepeso (37.7%), y una de cada cinco es obesa (18.7%), lo que significa un incremento con respecto a los datos obtenidos en el 2010(5).
Para el tratamiento de esta patología, la OMS estableció el plan de acción 2013-2020 para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles, en donde propone lograr una reducción relativa del 25% en la mortalidad prematura para el 2025(6).
Es responsabilidad de todos los profesionales en salud identificar las poblaciones en riesgo de desarrollar obesidad, así como manejar adecuadamente la patología sin importar el nivel de atención o especialidad.
Aunque en Colombia se han desarrollado guías de práctica clínica en la que se describen los métodos diagnósticos y tratamientos para esta patología, los médicos con frecuencia no reconocen la obesidad ni inician un tratamiento adecuado(7). Esto podría ser explicado por falencias en el conocimiento y/o actitudes negativas hacia esta patología. En general, la educación acerca la obesidad en los profesionales de la salud en todos los niveles de atención parece inadecuada en varios países(8). En estudios realizados anteriormente en los que se evalúa la confianza de los especialistas a la hora de tratar pacientes con obesidad se ha documentado que los internistas, médicos familiares y endocrinólogos muestran una confianza moderada en comparación con los cardiólogos, ginecólogos y ortopedistas quienes se mostraron significativamente menos confiados(9).
La falta de conocimiento se puede ver reflejada en las actitudes de los profesionales de salud con sus pacientes. En un estudio realizado con estudiantes de medicina, se encontraron creencias de que los pacientes con obesidad son perezosos, no cumplen con el tratamiento, responden menos al asesoramiento, son responsables de su condición, no tienen fuerza de voluntad y merecen ser blanco de humor despectivo(10).
Estos sesgos también pueden llevar a opiniones que indican que el tratamiento de la obesidad es ineficaz. En una encuesta, en la que participaron 87 residentes de medicina interna(11) se encontró que la mayoría pensaban que el tratamiento de los pacientes obesos es importante, sin embargo, sólo el 44% se sintió calificado para tratar a pacientes obesos; y un tercio consideraba que el tratamiento era inútil.
Además, muchos estudiantes manifiestan el sentimiento de incomodidad para hablar sobre el peso como una barrera con los pacientes durante la consulta, lo cual perjudica la atención médica(12).
A nivel internacional, se ha abordado esta temática en los estudios ACTION (de las siglas Awareness, Care and Treatment In Obesity Management), llevados a cabo inicialmente en Estados Unidos, y posteriormente en Canadá y otros países; los cuales tienen como objetivo principal identificar las percepciones, actitudes, comportamientos y barreras potenciales para la atención efectiva de la obesidad en tres tipos de encuestados: personas con obesidad, personal médico y representantes de servicios de salud(8). Con estos estudios se obtuvieron resultados para lograr una mayor comprensión de las barreras que impiden que las personas con obesidad reciban atención, apoyo efectivo y se generen conocimientos y estrategias recomendadas para guiar la atención en salud.
Sin embargo, en nuestro país no se ha encontrado suficiente literatura acerca de este interrogante. En este contexto el objetivo principal es conocer la percepción y las actitudes de los médicos colombianos acerca del abordaje y tratamiento de pacientes con sobrepeso/obesidad en Colombia en el año 2021.
Se realizó un estudio de tipo corte transversal, con resultados de tipo exploratorio, en donde se incluyen médicos generales y especialistas que cumplieran con los criterios de inclusión y exclusión (ver Material suplementario). El tipo de muestreo fue oportunístico, por conveniencia (persona que quiera responder). Se tomó en consideración toda la población elegible. Con una prevalencia desconocida, teniendo en cuenta un intervalo de confianza de 95%, una precisión del 5% y una proporción esperada del 50%, el cálculo de la muestra esperada es de 380 personas.
Para la recolección de los datos se realizó una encuesta electrónica por Google Forms, generando de esta forma un link que se transmitió manera electrónica por diferentes medios de comunicación. Consideramos para los análisis las variables a nivel individual como la edad, el género del paciente, lugar de residencia según las regiones geográficas de Colombia; variables antropométricas como peso, talla, e índice de masa corporal. Se categorizó la variable índice de masa corporal por las subcategorías según el National Heart, Lung, and Blood Institute de bajo peso: <18.5 kg/m2, normal: 18.5 a 24.9 kg/m2, sobrepeso: 25 a 29.9 kg/m2, obesidad grado 1: 30 – 34.5, obesidad grado 2: 35 – 39.9 y obesidad grado 3: ≥40. La profesión se categorizó dando la opción de médicos generales para los médicos graduados y médicos residentes, o según las diferentes especialidades. El entorno de práctica principal se categorizó en clínica privada, hospital universitario, hospital público, consultorio privado, entre otros. Se evaluó el supuesto de normalidad para las variables cuantitativas y se presentaron a través de medidas de tendencia central. Las variables cualitativas se presentaron como frecuencias relativas y absolutas.
Las variables de percepción y actitud relacionadas con el sobrepeso y obesidad serán evaluadas mediante una serie de preguntas extraídas del cuestionario original del estudio ACTION US(8), de las preguntas 8 – 18.
Por la naturaleza del estudio la participación de los encuestados fue voluntaria previa aceptación de consentimiento informado, en donde se señala el uso de datos para docencia e investigación (ver en Anexo 1). Este estudio fue aprobado en Puerto Colombia, Atlántico por el comité de ética de la Universidad del Norte, además del visto bueno Comité de investigación del Hospital Universidad del Norte.
En la Tabla 1 se resumen las características sociodemográficas de la población de estudio, en total fueron 392 encuestados, de los cuales el 43.1% fueron hombres. La media de edad fue de 31.9 años con una desviación estándar de 8.5 años y una mediana de 29 años. La mitad de la población obtuvo un IMC en el rango de peso normal, mientras que el 30.9% se encuentran en sobrepeso y el 13.3% restante en categorías de obesidad.
La mayor parte de los entrevistados residen en la región Andina (44.9%), seguida por la Caribe (39.1%). Dentro de las especialidades médicas más frecuentes, el 83.4% fueron médicos generales, seguidos por médicos internistas (5.1%) y familiares (3.3%). Los entornos en los que se desempeña la mayoría de la población son en clínicas privadas (32.9%) y hospitales universitarios (31.4%).
La mayoría de los entrevistados (96.2%, n=377) perciben que el peso afecta en gran medida la salud a lo largo de su vida, contrario al 0.3% que cree que lo impacta sólo un poco (ver tabla 2). El 49% de los médicos encuestados considera que aquellas personas con índice de masa corporal entre 25 y 27 se encuentran sanos y son saludables, contrario al 44.6% que piensan que cualquier cantidad por encima del peso ideal está enferma.
Los médicos encuestados perciben que la obesidad actúa como un agravante con alto impacto en presencia de comorbilidades como hipertensión arterial (89%), apnea del sueño (87.2%), accidente cerebrovascular (85.5%), insuficiencia cardíaca congestiva (84.2%). Por el contrario, creen que tiene poco impacto como agravante en presencia de comorbilidades como las alergias estacionales (53%) y asma (30.8%).
Gran porcentaje del personal de salud encuestado no está de acuerdo con la premisa de que para los pacientes es fácil perder de peso (80.4%); de igual forma tampoco están de acuerdo con que el peso de los pacientes esté completamente bajo su control y la pérdida de este sea completamente responsabilidad de ellos (63.8% y 52.6% respectivamente). Además, el 70.4% están de acuerdo en que tienen responsabilidad de contribuir activamente al esfuerzo exitoso de pérdida de peso de los pacientes y 65.6% coinciden en que para que los pacientes logren perder peso deben cambiar por completo sus estilos de vida.
Más de la mitad de la población encuestada considera que la falta de ejercicio es una barrera tanto para el inicio de la pérdida (81.1%) como para el mantenimiento de esta (80%), al igual que la preferencia por alimentos poco saludables en el inicio (76%) y mantenimiento de la pérdida de peso (76%). Por el contrario, los profesionales de la salud no están de acuerdo con que ellos mismos sean una barrera tanto para el inicio como para el mantenimiento de la pérdida de peso (73.2% y 69.6%, respectivamente). La población de estudio tampoco está de acuerdo con que la composición genética o genes sean barrera determinantes para el inicio (37%) o mantenimiento de la pérdida de peso (33.7%).
El 86.7% de los médicos encuestados se oponen a que la obesidad sea considerada una condición médica menos importante que otras patologías, y al 89.8% les preocupa el peso de sus pacientes, tanto así que la gran mayoría (81.1%) se sienten cómodo mencionando el peso durante la práctica médica. A la hora del abordaje de la pérdida de peso, el 33.2% de los encuestados opina que es responsabilidad del paciente controlar su peso.
Más del 50% de los participantes consideran que los pacientes con obesidad o sobrepeso carecen de motivación para iniciar la pérdida de peso, pero que si llegaran a intentarlo lograrían alcanzar un cambio. 61.7% reconoce que la mayor parte desconoce lo que deben hacer para perder peso; un tercio de los encuestados piensan que carecen de fuerza de voluntad para seguir los planes de manejo.
Tan solo el 11% de los médicos reconocen que no se encuentran capacitados para brindar servicios para el manejo de la obesidad. Aproximadamente la mitad de los encuestados manifiesta sentirse motivado para ayudar con el inicio de la pérdida de peso a los pacientes con sobrepeso y obesidad. De igual forma, el 68.6% refiere que brinda apoyo y educa a sus pacientes para que realicen cambios saludables en su estilo de vida.
Entre los métodos reportados por los médicos como efectivos para el control del peso a largo plazo, la mejora general de los hábitos alimentarios fue la opción de tratamiento con mejor calificación para el control del peso a largo plazo, seguida por aumentar la actividad física. Aunque la mayoría opina que el chequeo y seguimiento de nutrición o de ejercicio es eficaz, aproximadamente 13.3% opina que el seguimiento nutricional tiene baja eficacia y 11.5% el seguimiento deportivo.
En relación al tratamiento médico, solo el 13.5% reporta como efectivos a los medicamentos de venta libre para bajar de peso; en cambio los medicamentos y las visitas a especialistas en obesidad o psicoterapia poseen mayor eficacia. La mitad de los encuestados indica una alta eficacia de la cirugía para bajar de peso a largo plazo.
Los profesionales de la salud considerados más eficaces para ayudar a los pacientes a alcanzar sus objetivos en la pérdida de peso, encontrándose en los primeros lugares los especialistas en obesidad (73.9), dietistas/nutricionistas (72.2%) y los endocrinólogos (66.8%).
El 41.6% de los encuestados no están de acuerdo con que los medicamentos son una buena forma de ayudar a sus pacientes a perder peso, el 64.5% considera que estos no son más efectivos que otras opciones de tratamiento. El 62.5% manifiesta que la probabilidad que formulen medicamentos para bajar de peso es baja, así como al 61.2% y 67.8% a quienes les preocupan los costos y efectos secundarios relacionados con los fármacos, respectivamente. A pesar de esto, la gran mayoría de los médicos (73.5%) están interesados en aprender más sobre estos medicamentos.
Al hablar de las cirugías para bajar de peso, sólo el 27% considera que son una forma segura para que los pacientes pierdan peso. La mayoría (40.6%) indica que la cirugía no es más eficaz que otras opciones de tratamiento, sin embargo, el 53.3% plantea que sus pacientes están dispuestos a someterse a una cirugía de pérdida de peso si esto los ayuda a perder peso, y que incluso prefieren esta opción a cambiar su estilo de vida. Así mismo, el 65,1% está de acuerdo en que el costo es una barrera importante para que mis pacientes consideren la cirugía para bajar de peso.
El 39% de los médicos encuestados indican que registran los diagnósticos de “sobrepeso» u «obesidad» en la historia clínica ¨la mayor parte del tiempo», 29% lo realiza “a veces” (29%) y sólo el 23% consigna siempre el diagnóstico. Menos del 1% manifestaron que nunca anotan el diagnóstico.
La mitad de los médicos encuestados (51.8%) manifestaron que desconocen las guías colombianas de manejo y abordaje del sobrepeso/obesidad, 24.9% refirieron que conocen las guías sin embargo no siguen los lineamientos de las mismas para instaurar tratamiento.
Así mismo, de los encuestados que refirieron conocer y seguir las guías de obesidad, 2.1% califica las guías como extremadamente eficaces, 64.1% “algo efectivas” y 5.6% opina que las guías actuales son inefectivas.
El 79.1% de los encuestados considera que no recibió capacitación durante su formación médica acerca del abordaje del sobrepeso/obesidad. También el 86.7% y 87.2% consideran que no se les brindó una formación adecuada para prescribir los planes nutricionales o deportivos, respectivamente.
El compromiso genuino de los profesionales en salud es proveer el mejor cuidado en sus pacientes, sin embargo, al momento de establecer esos controles o herramientas para considerar una atención de alta calidad, de forma muy limitada, nos referimos a estándares de racionalización en el uso de exámenes clínicos o fármacos. Esto abre un gran espacio para considerar los parámetros de abordaje del paciente con obesidad, entendiendo esta enfermedad, desde sus aspectos, genéticos, biológicos y sociales, más allá de lo bioquímico, donde los estigmas en obesidad por parte del personal médico, deben ser evaluados antes de considerar continuar cualquier otra intervención, puesto que alteraría el manejo de alta calidad que se debe garantizar al paciente con obesidad
El presente estudio revela las percepciones y actitudes de los médicos colombianos respecto al manejo de los pacientes con sobrepeso/obesidad. Los médicos usualmente ven a la obesidad como un factor de riesgo evitable que impide el mejor estado de salud. Así mismo, al observar que el 44.3% de los médicos encuestados presentan sobrepeso u obesidad, puede generar desviaciones en el diagnóstico, errores en el abordaje y en la información emitida a los pacientes con respecto a estilos de vida saludables.
Si bien la vasta mayoría (90%) de los médicos encuestados identifican a la obesidad como una patología que afecta categóricamente la salud de los pacientes, este impacto mencionado lo limitan a complicaciones cardiovasculares, menospreciando los efectos respiratorios, como el asma, en donde se ha documentado un aumento en la incidencia de esta patología con un OR 1.5 en los pacientes con sobrepeso y 1.9 en los obesos(13), con peores desenlaces de severidad. Adicionalmente, en las guías GINA 2021 incluyen el fenotipo de asma asociado a obesidad, caracterizado por paciente con síntomas respiratorios prominentes y poca inflamación eosinofílica de las vías respiratorias(14).
La pérdida de peso es la meta primordial en el manejo de la obesidad, para esto el abordaje inicial es relevante, y de hacerlo oportunamente y adecuadamente, la intervención puede ser más significativa, si bien la gran mayoría de médicos participantes en este estudio, mostró confianza al hablar sobre el peso del paciente (81.1%), dato muy superior a otros estudios, es importante las herramientas con las que cuentan para este diálogo, pues muchas veces, la mención de la enfermedad sin un acompañamiento adecuado y pertinente, puede favorecer alteraciones en la relación médico-paciente(15).
Posterior a esta discusión de apertura, al establecer la necesidad de perder peso, lo cual es aparentemente evidente, el 80.4% de los encuestados refieren entender que este proceso no es fácil, como sugiere la ecuación donde se simplifica como un proceso de disminución de calorías de ingreso y aumento de calorías de egreso. Lo interesante es que aún, una quinta parte aproximadamente, considera el proceso de pérdida de peso como voluntario, o por decisión, lo que debe conllevar a examinar los estigmas que esta población puede presentar al momento del abordaje(16). De igual forma, solo la mitad de la población encuestada (52.6%) refiere considerar que la pérdida de peso es una responsabilidad conjunta, entre el equipo médico y el entorno personal del paciente. Y de esta mitad, dos terceras partes asumen la responsabilidad de contribuir activamente al esfuerzo exitoso de la pérdida de peso en los pacientes, datos similares a los encontrados en los estudios ACTION IO (87%) y ACTION US (72%)(17,8).
Al considerar lo anteriormente descrito, el profesional en salud encuestado considera que la principal barrera que se percibe tanto para iniciar la pérdida de peso como para el mantenimiento de esta, es la falta de ejercicio, seguida por la falta de motivación y preferencia por alimentos no saludables. Si bien se han encontrado reportes similares en la literatura nacional(5,18), nos lleva a una paradoja donde previamente se menciona la comprensión de los mecanismos que determinan la pérdida de peso, y posteriormente esto se ve limitado a sólo la segunda ley de la termodinámica, mencionada arriba. Estos resultados sugieren que en general se tiene la disposición de mejorar la atención del paciente con obesidad, pero se limita por la preconcepción de la enfermedad.
En nuestro estudio se pudo observar una correlación importante con los estudios ACTION US(8), ACTION Canadá(19) y ACTION IO(17) al describir los métodos más eficaces para ayudar en la pérdida de peso (Gráfico 1). El personal que hizo parte de estos 3 estudios encontró que las «mejoras generales en los hábitos alimenticios / reducción de calorías» y «en general, ser más activo / aumentar la actividad física” son altamente eficaces.
La intervención más allá de los cambios en estilos de vida del paciente se limita a estrategias farmacológicas y quirúrgicas. El manejo farmacológico de la obesidad es sin duda una herramienta de alto impacto, sin embargo, al 61.2% de los médicos y especialistas encuestados les preocupa los costos, así como al 67.8% de los mismos, tienen consideraciones con los efectos secundarios. Lo anterior es una limitación para su uso en el paciente, pues está sujeto a consideraciones diferentes a la necesidad y pertinencia. Afortunadamente, el 73.5% de los encuestados están interesados en aprender más sobre estos medicamentos, lo que representa una gran oportunidad, ya que se identifica un aspecto en donde podemos fomentar la educación hacia los médicos, así como crear estrategias para asegurar la entrega de estos medicamentos por las entidades promotoras de salud en nuestro país.
Al analizar los resultados sobre la intervención quirúrgica para la reducción de peso, el 40,6% de los médicos indica que la cirugía no es más eficaz que otras opciones de tratamiento, número bastante llamativo, sabiendo que actualmente, la cirugía bariátrica es el método de pérdida de peso más efectivo con reducción en mortalidad y efectos benéficos visibles en las comorbilidades del paciente(20). Esto se puede explicar tal vez, por las tasas de reganancia de peso en un 16 a 37%(21) siendo factores de riesgo para esto la falta de educación y cambios de estilo de vida previos al procedimiento quirúrgico, que conlleven a cambios más perdurables en el tiempo. De igual forma, se debe considerar la distancia que existe entre los manejos clínicos y quirúrgicos, muchas veces vistos como contrarios y no como complementarios, lo que favorece en el detrimento o enlentecimiento de la atención oportuna del paciente con obesidad, y si a esto, se suma los costos que representan estas herramientas, volvemos al punto donde la atención de la salud es determinada por los costos de los mismo y no por la pertinencia del acto médico.
Los especialistas en obesidad (73.9%) fueron los profesionales de la salud considerados más eficaces para ayudar a los pacientes a alcanzar sus objetivos en la pérdida de peso, sin embargo hay que considerar que actualmente una consulta con dicha especialidad no existe avalada y acreditada, así como muchas otras que abordan esta enfermedad pero no están certificadas en el país, por tanto el acceso es nulo en el sistema de salud, sin embargo, si vale la pena mencionar que el paciente opta por buscar ciertas líneas de manejo basado en el gasto de bolsillo particular, lo que puede favorecer dado los datos obtenidos, en una alteración directa para el resultado de la enfermedad. Los nutricionistas también tuvieron puntajes altos en nuestro estudio y en el ACTION IO(17), con una eficacia percibida del 72.2% y 82%, respectivamente, demostrando la gran importancia que tiene su labor en el tratamiento integral y para ayudar a lograr cambios saludables en sus estilos de vida a largo plazo. Al igual que en el estudio que se menciona anteriormente, las especialidades calificadas como menos efectivas a la hora del manejo de pérdida de peso fueron los reumatólogos, cardiólogos y ginecólogo por lo que se deben crear una concientización en estas especialidades para que sean aliados en el proceso de alcanzar un peso saludable.
Después de intentar darle una explicación a los hallazgos de la encuesta, una gran lección llama la atención, tan solo el 8% de los médicos entrevistados, reportaron que consignan el diagnóstico de sobrepeso/obesidad en las historias clínicas, de los estudios ACTION es el número dramáticamente más bajo, solo seguido por EEUU con el 28%(8); lo que termina siendo opuesto a muchas respuestas anteriores, como lo son: ¿cómo considerar la enfermedad si tan siquiera se hace un registro de la misma?, ¿cómo considerar la dificultad del manejo sino se tiene codificación para hacer el seguimiento?, ¿cómo pensar en el costo, si el subregistro es tan impresionante que no se tiene al menos una real información de la problemática de la patología?, luego los análisis que se tengan tendrán una gran falencia y los resultados carecerán de poder. Así mismo, esto conlleva a que los pacientes y otros médicos que revisen los registros, no la reconozcan ni dimensionen el impacto del peso en la salud futura, lo que puede contribuir a que no se remita al paciente a atención médica futura.
Genera gran preocupación que más de la mitad de los médicos reportaran que desconocen las guías colombianas de manejo y abordaje del sobrepeso/obesidad, y más del 80% consideran que, dentro de su formación médica, no se les proporcionó una preparación para prescripción de planes nutricionales o deportivos o emocionales, el compromiso en el diagnóstico, control y manejo de la obesidad y sobrepeso, no es sólo del paciente y mucho menos exclusivo del médico, es y debe ser un compromiso de múltiples sectores comprometidos, como lo son el sector salud desde los directivos y los gobernantes, industria de alimentos, farmacéutica, sector de comunicaciones y por encima de ellas, las instituciones académicas que no han tenido ningún papel protagónico en esta patología que concierne al 60% de los colombianos, destacando positivamente algunas asociaciones médicas que han sido muy comprometidos incluyendo segmentos de obesidad en sus congresos, charlas, discusiones, que han abierto espacios de aprendizaje, al igual, hay que aplaudir movimientos oportunos en cuanto a políticas públicas que se han llevado a cabo, y resaltar la ausencia inerte de otros sectores claves para la lucha contra la obesidad.
Puesto que este estudio se realizó bajo el contexto de pandemia SARS COV2, el diligenciamiento de las encuestas no pudo realizarse de forma personal, por lo que se optó en hacerla vía web como alternativa válida. Esto a su vez proporcionó mayor accesibilidad del cuestionario a una gran diversidad de poblaciones en Colombia, así como también la inclusión de especialidades diferentes a los médicos generales, las cuales contaban con diferentes formaciones provenientes de diferentes instituciones. Esto indicó una mejora en la generalización de la población nacional y se pudo reducir el sesgo de muestreo.
La encuesta incluyó una amplia gama de temas relacionados con la obesidad que permitirían ayudar a identificar y caracterizar actitudes y barreras para el manejo eficaz de la obesidad.
Durante la ejecución del proyecto se encontraron diferentes limitantes; el diseño plantado de tipo encuesta, en donde la información fue proporcionada por el entrevistado, por lo que es susceptible a faltas de precisión en preguntas como las medidas antropométricas (estatura y peso), que resultaría en un sesgo a la hora del cálculo del IMC del encuestado.
Nuestra intención fue incluir únicamente al personal médico en contraste a los estudios ACTION, que integraron diferentes brazos de evaluación para las personas con sobrepeso/obesidad y representantes de entidades prestadoras de salud; en próximas investigaciones se podrían abordar estos grupos para realizar comparaciones de resultados acerca de sus percepciones y actitudes sobre esta temática.
Además, teniendo en consideración que el porcentaje de participantes de algunas especialidades fue escaso, sobre todo en el campo quirúrgico, para futuras consultas se necesitaría establecer un nuevo diseño que garantice mejor representación de estas poblaciones, con el fin de poder entablar semejanzas y diferencias entre ellas.
Conociendo que la naturaleza de diseño de este estudio fue tipo corte transversal, se propone elaborar un estudio longitudinal, en donde el seguimiento de los médicos entrevistados en el tiempo pueda identificar cambios en su opinión.
Los médicos y especialistas colombianos consideran a la obesidad como una patología que impacta la salud del paciente y tiene implicaciones en las otras comorbilidades subyacentes, sin embargo, la realidad dista mucho de los conceptos académicos, pues a pesar de esto, aún presentamos un grave problema en el reconocimiento de la patología, la educación y el entendimiento adecuado para ofrecer una atención de calidad al paciente con obesidad.
Las percepciones y actitudes descritas revelan la necesidad de intervenciones en el estilo de vida actual de la población colombiana, con el objetivo de construir hábitos saludables sostenibles en el tiempo. Así mismo, es necesario garantizar el acceso de la población colombiana a programas formales de obesidad, en donde se proporcione un manejo interdisciplinario del paciente.
Cambios estructurales en la educación desde el pregrado son necesarias para capacitar al personal de salud en el entendimiento de la obesidad como una condición clínica multifactorial, así como en las intervenciones desde el ámbito nutricional, deportivo, psicológico y terapéutico.
CONFLICTO DE INTERESES:
No hay conflicto de intereses de parte de ninguno de los autores.