Riesco, O.; Storani, María Elena; Blaustein, C.; Aquilano, D.R.; Scaglia, J.; Scaglia, H.E.
El PSA es una serina proteasa de 33 kDa producida en el hombre por la próstata y constituye el mejor marcador bioquímico de diagnóstico y evolución del tratamiento del cáncer de próstata. En la mujer se demostró que la mama, ovario y endometrio producen PSA en muy baja concentración. El gen que codifica el PSA se encuentra regulado por andrógenos, glucocorticoides y progestinas. En un trabajo previo comunicamos niveles incrementados de PSA en mujeres con manifestaciones de hiperandrogenismo (hirsutismo y /o acné) El objetivo del presente trabajo fue estudiar los niveles de andrógenos y PSA en mujeres con HI (ciclos menstruales ovulatorios y andrógenos normales) a los efectos de tratar de esclarecer parcialmente la fisiopatología del desarrollo de vello con niveles androgénicos normales. En 28 mujeres hirsutas con ciclos ovulatorios, [progesterona (P4) > de 7.0 ng/ml en la fase lútea], BMI normal y niveles normales de DHEA(s) y Testosterona biodisponible (T bio), se evaluó PSA por un método IMMULITE de tercera generación con una sensibilidad analítica de 2 pg/ml. El mismo protocolo se realizó en 21 mujeres normales En todos los casos se determinó A2G para evaluar la producción periférica de andrógenos. La DHEAs, A2G y P4 se determinaron por RIE y la T bio por un método previamente publicado por nuestro laboratorio. El máximo valor de PSA obtenido en el grupo control fue de 8.4 pg/ml y el valor de corte 10.9 pg/ml que representa 3 DS de la media del grupo control. En 17 de las 26 mujeres con HI se obtuvieron valores aumentados de PSA (rango entre 11.0 y 136.0 ng/ml). Se observó una diferencia significativa en el PSA de las mujeres con HI (p< 0.05). En 11 de las 17 pacientes con HI y PSA aumentado también se encontraron aumentados los niveles de A2G. En los otros 6 casos con PSA aumentado los niveles de A2G fueron normales. En el resto de las mujeres con HI ambos parámetros fueron normales. Dado que todas tenían BMI normal se descartó que el aumento de PSA pudiera deberse a la obesidad de las mismas. El incremento de PSA se originó independientermente de los andrógenos circulantes dado que por definición del grupo de pacientes a estudiar, éstos fueron normales. Sin embargo es posible que en aquellas con A2G aumentado se produzca un incremento de los andrógenos in situ debido a un aumento de la actividad 5 α reductasa local. Estos resultados demuestran que en un subgrupo de HI hay una sobreexpresión del PSA con niveles circulantes de andrógenos normales o aumentados, indicando que esa proteína podría ser utilizada como un marcador del hiperandrogenismo. Es posible que el incremento del PSA disminuya la actividad de las IGFBPs aumentando la IGF 1 libre. Este factor de crecimiento podría amplificar la actividad de los andrógenos aun en concentraciones normales induciendo la producción de queratinas favoreciendo el desarrollo del vello. Estos resultados no descartan que otros factores pudieran estar involucrados en el hirsutismo con niveles androgénicos normales.
PSA, a 33 kD serine-protease produced in men by the prostate, is the best biochemical marker for diagnosis and treatment follow-up of prostate cancer. It has been demonstrated that in women, mammary gland, ovary and endometrium produce very low concentrations of PSA. The PSA’s encoding gene is regulated by androgens, progestins and glucocorticoids. In a previous study, we reported that women with signs of hiperandrogenism (hirsutism and/or acne) had increased PSA levels. The aim of the present work was to measure the levels of androgens and PSA in women with IH (ovulatory menstrual cycles and normal androgen levels) in order to partially clarify the physiopathology of hair growth with normal levels of circulating androgens. Levels of PSA were measured by 3rd generation IMMULITE with 2 pg/ml sensitivity in 28 hirsute women with ovulatory menstrual cycles (luteal phase progesterone (P4) > 7 ng/ml), normal BMI, and normal levels of bioavailable testosterone (BioT) and DHEAs. Same protocol was performed with 21 normal women. Androstanediol glucuronide (A2G) was measured in all cases to evaluate peripheral androgen production. DHEAs, A2G and P4 were measured by RIA. BioT was calculated mathematically using the equation of Sörensen. The highest PSA value in the control group was 8.4 pg/ml with a cut value = 10.9 pg/ml, which represents 3 SD of control group mean. Increased PSA levels were found in 17 of the 28 hirsute women (range 11.0-136.0 pg/ml). Eleven women with high PSA had also increased A2G levels. Since all IH women had normal BMI, the increased PSA levels found could not be ascribed to obesity. These levels were neither related to increased circulating androgens since only norm-androgenic women were studied. However, it is possible that in those patients with higher A2G levels, an in situ androgen production was taking place due to an increased local 5α reductase activity. These results demonstrate that in a sub-group of IH there is an over expression of PSA with normal or elevated circulating androgen levels. It is possible to speculate that a rise in PSA could decrease IGFBPs activities increasing in turn the levels of free IGF I. As a consequence, this growth factor could amplify androgen activity even under normal concentrations, inducing production of keratins that favor hair development. However, these results do not exclude the action of other factors that could be helping this process.