30-10-1921 / 22-08-2008
Falleció pocos días antes de festejar su 87 aniversario.
Si bien lo conocíamos con anterioridad entramos en su vida científica cuando asumió la Dirección del Centro de Endocrinología, cargo ganado por concurso de oposición en 1958, puesto que allí realizábamos nuestra labor los dos firmantes. Fueron años de fecunda labor de investigación clínica y básica que desarrolló en el Instituto. Pero la verdadera noción de su labor como investigador, como docente de grado, como director de becarios e investigadores , la registramos después de tener en nuestras manos una larga lista de antecedentes que nos proporcionara su esposa .
Ingresa en la Facultad de Medicina de la UBA en 1938; en 1944 obtiene Diploma de Honor con promedio de 9,87, constituido por 29 sobresalientes y 2 distinguidos. Al año siguiente recibe el título de Doctor en Medicina recibiendo por su tesis “La acción diabetógena de la hipófisis” , el premio Facultad de Medicina a la mejor tesis de doctorado. Ya durante su carrera estudiantil comienza su actividad docente y hospitalaria, como ayudante de anatomía primero y luego de fisiología y como practicante en el Hospital de Clínicas. Una vez recibido en 1947 es becado en la Mayo Clinic, Metabolic Section y en 1951 por el INH desarrollando su actividad en la Thyroid Clinic del Massachussetts General Hospital.
De regreso al país desarrolló actividades clínicas y de investigación en el Instituto de Semiología sucesivamente bajo la dirección de los profesores P. Cossio, T. Padilla y O. Fustinoni y en el Htal. Rivadavia bajo la dirección del Prof. E. B. del Castillo. Ya indicamos que en 1958 obtiene el cargo de Director del Centro de Endocrinología ex Instituto Nacional de Endocrinología.
Su labor docente y de investigación es proficua. Se inicia en 1939 como Ayudante de Cátedra, pero a su regreso al país se reinicia con gran potencial, de lo que dan cuenta sus numerosas publicaciones y comunicaciones a reuniones nacionales e internacionales en general de investigación básica sin descuidar la aplicada. Después de ocupar cargos de Ayudante , Jefe de Trabajos Prácticos y Jefe de Investigaciones, en 1958 obtiene por Concurso el Cargo de Profesor Titular de Fisiología de la Facultad de Odontología de la UBA con dedicación semi exclusiva en 1961 y exclusiva a partir de 1965, cátedra que dirige durante 13 años y que abandona al obtener, por concurso, el cargo de Profesor Titular de la Segunda Cátedra de Fisiología Humana de la Facultad de Medicina de la UBA en 1971, que mantiene durante 17 años.
Ingresó a la Carrera del Investigador Científico del CONICET, como Investigador Principal en 1966 con ascensos paulatinos hasta alcanzar el grado de Investigador Superior en 1981.
Desempeñó un importante papel en la formación de recursos humanos, en las áreas de la fisiología endocrina y salivar, campos a los que prestó la mayor atención. Es imposible enumerar a todos los becarios, entre los que se encuentran los dos firmantes, e investigadores que dirigió a lo largo de su carrera, muchos de los cuales fueron posteriormente investigadores principales, directores de servicios, profesores de distintas disciplinas o directores del CONICET. Lo mismo ocurre con su proficua lista de comunicaciones, conferencias, asistencias y actuaciones en congresos, simposios, y trabajos publicados tanto en el país como en el exterior, así como su intervención como jurado de concursos para cargos docentes. También colaboró en varias de las ediciones del libro Fisiología Humana de su padre el Prof. Dr. Bernardo A. Houssay y fallecido éste, fue coeditor y coautor de la 7ma edición de la Fisiología Humana de Houssay, El Ateneo, Buenos Aires, 2000, que compartió con el Dr. Horacio E. Cingolani. Recibió numerosos premios por sus trabajos.
Miembro de numerosas saciedades científicas, deseamos destacar que fue Presidente y Miembro de Honor de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo .
Es indudable que esta acumulación de labor docente, de investigación y los galardones recibidos, muestran la relevancia de la personalidad de Alberto B. Houssay y lo hacen merecedor de su reconocimiento en medio de la comunidad científica argentina en un lugar destacado. Consideramos que todavía no se le ha realizado el homenaje que su dedicación y esfuerzo en pro de la ciencia argentina se merece.